En un edificio de Larrein construido por Adania no salen de su asombro. En esta última semana se han caído dos cristales de los balcones, se han producido diversas roturas aunque con mejor suerte, puesto que no han llegado a precipitarse al vacío.
El primer cristal al caerse desde un tercer piso, rayó un vehículo aparcado. Por suerte no ha habido ninguna persona mal herida. El segundo por contra, se precipitó desde un octavo piso.
El factor no ha sido sólo el viento, sino la mala instalación de los cristales. Viento y muy fuerte han sufrido todos los edificios de la ciudad, pero sólo uno ha sufrido desperfectos. Hemos podido constatar como los cristales están únicamente unidos por dos cordones de silicona.
En este caso, los cristales son laminares. Quieren decir que tienen una lámina en el medio para impedir que caigan troceados a la vía pública y dejar el balcón sin ningún tipo de seguridad. La cuestión es que si se precipita al vacío cae todo el cristal de golpe con su efecto guillotina incluida.
Burdinbide está especialmente sensibilizado en esta materia y solicita nuevamente a la empresa constructora que revise todos los cristales de los dos edificios en cuestión, que sujete y amarre todos los cristales correctamente y de solución definitiva al problema.
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